En la clase de Espectadores críticos el profesor nos propuso que traigamos arte que veamos en la calle, todas trajimos fotos de pinturas hechas en las paredes con diferente materiales, murales. Entonces el profesor, además de señalar que había otras formas artísticas que podemos ver en el espacio público como cantantes, performances; nos propuso que pensáramos la diferencia entre arte público y arte callejero.
El arte callejero no engloba únicamente al graffiti, sino también a otras muchas expresiones que, al mostrar sus elementos en lugares públicos y bastante transitados, tiene como iniciativa sorprender a los espectadores. Suele ser un llamativo mensaje que critica a la sociedad con ironía e invita a la lucha social, la crítica política o, simplemente, la reflexión. Así es cómo se origina en verdad, entonces podríamos ver una gran diferencia entre estas dos formas de arte ya que, al contrario el arte público se ubica en el escenario urbano, configurando múltiples entramados simbólicos, en los cuales confluye la percepción del sujeto y la experiencia visual de la misma, dando lugar a la fusión entre el mundo de la representación artística y los hechos de la cotidianidad. Es decir, irrumpe lo que vemos cotidianamente y muestran una obra de arte, un mural basado en los principios estéticos.
Un ejemplo de arte callejero en Argentina puede ser tanto los nombres escritos en las paredes como una declaración de ignorancia a las propiedades privadas o que tengan algún tipo de significado:
O alguno con ideologías fácil de representar como:
Un ejemplo de arte público es PRIMO, que son dos primos trabajando juntos para pintar murales para la ciudad. Lo que quieren hacer es imprecionar y pasar la barrera que limita el arte a las galerías.
También mostraron sus trabajos en el Subte B cuando fueron contratados por el Gobierno de la Ciudad:
En conclusión, en mi opinión ambas formas de arte son increíbles
y aceptables ya que el arte es muy subjetivo y nuestras perspectivas no son
iguales. El arte público me parece hermoso, y ciertamente te cambia el día si
lo ves en tu rutina, en camino al trabajo o a estudiar, pero el arte callejero
muestra reclamos y frases poderosas del pueblo.
Para saber más de estas formas de arte y los artistas:
Marina Abramovic es una artista
de performance que investiga y explora los límites de lo psíquico y mental. En
sus performance se ha lacerado a sí misma, se ha flagelado, ha congelado su
cuerpo en bloques de hielo, tomando drogas para controlar sus músculos, con las
cuales ha quedado muchas veces inconsciente, y hasta en una ocasión casi morir
de asfixia recostada dentro de una cortina de oxígeno y llamas.
. Sus performances resultan una
serie de experimentos que pretenden identificar y definir los límites en el
control sobre su cuerpo; la relación entre el público con la performer; del
arte y, por extensión, de los códigos que gobiernan la sociedad. Su ambicioso y
profundo proyecto se encamina a descubrir un método, a través del arte, que
haga a la gente más libre.
Como por ejemplo en “Rythim 0”, la performance que más me
cautivo y me pareció tan profunda. En esta pieza artística ella se posicionó
delante de una cámara, y dejo en una mesa 72 elementos para que el público los
utilizara en ella y con una instrucción “Soy un objeto, pueden hacer lo que
quieran conmigo”. Había elementos inocente como vino, miel, uvas, una pluma o
una rosa pero también había dañinos como unas tijeras, cuchillos, una pistola y
una bala, entre otras cosas. Ella quería
comprobar los límites del público y que harían en esta situación.
Marina se quedaba allí, pasiva e
inmóvil esperando que los espectadores interactúen con ella y la modifiquen
como un objeto. Al principio, cuenta que eran actos tímidos, como colocarle la
rosa, sin embargo luego la gente comenzó a animarse, la pintaban, la cortaban y
bebían su sangre, la movieron a un banco acostado y le pusieron un cuchillo
entre las piernas, un espectador le corto la remera y otro cargo el arma y la
dejo en su mano.
Luego, a las 6 horas le avisaron
que la performance se había terminado, al moverse la gente no podía
enfrentarla.
Esta pieza muestra la locura que
puede hacer una persona frente a una persona pasiva que actúa como objeto.
Demostrando la irracionalidad de los actos que luego no pueden encarar y
hacerse cargo cuando la persona vuelve a “vivir”. Igualmente muchos opinan que
esta obra representa el hecho de la objetificación de la mujer que sin lugar a
duda puede abarcarlo, porque no sabemos cómo reaccionarían como interactuarían
si en vez de Mariana hubiera estado un hombre ¿Le hubieran cortado la remera?
¿Habrían tenido actos tan sexuales como clavar un cuchillo entre sus piernas?
“The history
of men’s opposition to women’s emancipation is more interesting perhaps than
the story of that emancipation itself.”(La historia de la oposición de los hombres a la
emancipación de la mujer puede ser más interesante que la emancipación en sí)
Esta es una frase que una persona en la red social Tumblr colocó debajo de una foto de esta performance.
M e sorprendió y
me encantó, que esta mujer tomará este riesgo para ver los límites de las
personas y claramente demostrar estas acciones que se toman cuando consideramos
una persona objetificada. Es revelador y emocionante.
Lamentablemente este video no tiene subtitulos,
pero aquí explica la performance y muestra imagenes
Ella ha dicho: "Estoy
interesada en un arte que perturbe y rompa ese momento de peligro; por eso, el
público tiene que estar mirando aquí y ahora. Deja que el peligro te concentre;
esta es la idea, que te concentres en el ahora".
Nacida en Belgrado en 1946, hija
de guerrilleros yugoslavos, sus primeras performances fueron una forma de
rebelarse contra su estricta educación y la cultura represiva del gobierno de
posguerra de Tito. Como todo su trabajo, eran purificaciones rituales
encaminadas a liberarla de su pasado. En 1975 Mariana conoce a Ulay, un artista
con quien tiene en común sus preocupaciones artísticas. En las siguientes dos
décadas viven y colaboran juntos, realizan performances y viajan alrededor del
mundo. Sus performances exploran los parámetros del poder y la dependencia
dentro de la relación triangular entre ambos y los espectadores.
Una de las performance que hace
con él es “AAA-AAA” en la cuál por 15 minutos se gritan entre ellos y se van
acercando. Esta me apreció rara, y no me
transmitió nada. Me pareció hasta aburrida.
Una que sí me pareció linda es
una en que se encuentra con este antiguo compañero Ulay en una performance,
ella estaba sentada en una silla con la cabeza gacha sin ver quien venía a enfrentarse
con ella. Tenía un hermoso vestido rojo, largo que la desatacaba y una trenza
cocida. En la silla que se ubica frente a ella se sienta Ulay, barbudo con
traje y unas converse, animado y
alegre. Marina levanta la cabeza y lo ve. Sonríe. Se miran fijamente y se ven
en los rostros las emociones que sienten al reencontrarse, Marina llora y se
dan las manos tiernamente.
Me encantó porque es eso, muestra
las emociones de reencuentro, nostalgia, tristeza, amor. Me recuerda a un video
en que personas desconocidas se juntaban y se miraban, las instrucciones eran
dejarse llevar. Te transmitían el poder de la mirada y la fuerza que esta
tiene.
Este es el video de las miradas, si desean verlo
En conclusión, las performances
de Mariana me dejaron shockeada, y me emocionaron. Recomiendo que la
investiguen y vean su creatividad vanguardista.
Mile
Esta página fue mi fuente y explica muy bien la vida y orientación artística deMariana Abramóvic:
“Un marciano en La Boca” es una obra de teatro de títeres infantil
creado por Fernando Morando y Martín Sansarricq. Esta obra fue puesta en escena
por el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín. Explican que hace 38 años ,
en 1977, Kive Staiff fundó este grupo con Ariel Bufano cuando este arte no tenía
mucha difusión. Era un fenómeno único en Latinoamérica.
Hoy en día muestran que las ideas de los dos creadores
tuvieron frutos, estrenaron ya 54 obras y fundaron la Escuela de Titiriteros
que ha formado y alentado a los muchos egresados para continuar con este tipo
de arte que emociona y requiere de mucho esfuerzo. Uno de los directores de esta obra (Fernando)
es egresado de esta escuela.
Se trata de una historia contextualizada en los conventillos
de La Boca, con diferentes familias provenientes de diferentes países. Había un
personaje español, otro polaco y hasta una familia italiana. De repente, un marciano cae allí y
en el trascurso de la obra se ve cómo Ar- Vier (el marciano) que es diferente y
viene de otro lugar se une a estas familias humanas y se logra convivir con él
normalmente.
Lo que más me sorprendió de esta obra fue el escenario, los
conventillos como se crearon y diseñaron que parecían reales. Estaban llenos de
colores y parecían de chapa. Los títeres también fueron otra sorpresa, además de
estar muy bien preparados (parecían niños reales), la movilidad que tuvieron,
la boca cuando hablaban, era una coordinación increíble. ¡Parecían personas!
Además me asombraron con la movilidad de la obra, en un momento Ar-Vier se
esconde y con luces verdes y sonido se mostraba en dónde estaba, primero se lo
veía en partes del escenario, luego estaba en rejas cercanas a los asientos
tanto en el piso de abajo como en el de arriba.
Sin embargo, algo que me pareció un inconveniente fue que
unos personajes eran muy escandalosos, tenían voz muy aguda y gritaban mucho,
esto desconcertaba y no se podía entender del todo que estaba pasando. También,
niña que encuentra al marciano tiene menos participación que uno de los
amigos,
que me pareció raro porque si cuentan que es Alicia la que tiene el sueño de ir
a las estrellas y es ella quién lo encuentra primero, debería ser la
protagonista.
Sacando esos aspectos que me pareció importante señalar, la
obra es muy linda, emociona y también es divertida y entretenida. Recomiendo
que si quieren llevar a niños tiene que ser de 4 años para adelante, ya que
cuenta una historia que a los niños más pequeños no les llama la atención.
“La Menesunda” es una obra de arte que traspasa la distancia
entre obra y espectador. En la pieza original creada por Marta Minujín se pasa
por 11 situaciones que se organizan a
partir de una secuencia de espacios cúbicos, poliédricos, triangulares y
circulares, recubiertos por diferentes materiales, que generan estímulos
multisensoriales.
No tuve la oportunidad de ver esa obra pero sí la recreada por
las alumnas del Normal nº10, en un aula del instituto. Ese día entre al profesorado
y cuando me dirigía a la materia que cursaba ese día, vi una cola enorme en la
puerta del aula de al lado. No entendía que estaba pasando, cuando me acerque
pude ver que tenía hermosos flecos fucsias de papel celofán en la entrada. Me
pareció muy raro, me encontré con una
amiga y me contó que esta era su muestra de plástica.
Me explicó que todo el grupo de la clase de Plástica visitó
la obra original y utilizaron a esta como base e inspiración para realizar una recreación.
La propuesta fue del Profesor Zicca, y en verdad me pareció muy buena. No solo
por el hecho de que me pareció en sí la exposición interesante, sino porque
mostró que la educación no se da solamente en textos, información; se da
también a través del arte.
El primer punto que me pareció admirable fue que rompieron
con nuestra cotidianidad, todos los días vamos con la expectativa de ir a una
materia a estudiar o prestarle atención a un profesor. Pero ese día llegué y me
encontré con una pieza de arte armada en una sala.
Luego cuando entre, no creía que esa era un aula, parecía
más grande, había cartones finos grandes dividiendo las secciones. Una alumna
guiaba por dónde se empezaba. Al doblar,
vi dos chicas y una tela blanca colgada y un túnel. La alumna me indicó que
tenía que pasar por ahí, al hacerlo me encontré en una salita de juego. En el
piso había una alfombra de color claro y unos móviles colgados, todos juguetes
de bebes. Te daba ganas de tirarte y sentirte un bebé por unos segundos.
Continuamos a la otra sección, había pequeñas cajas negras y
carteles que indicaban que mires a través. La caja en su interior tenía unas
fotos, parecía que estuvieras en un diferente lugar mirando esas fotos. Algunas
estaban decoradas con pinturas o tinta fluorescente que daba una mirada
diferente. No todas las cajas tenían fotos iguales, pero sí todas tenían un
tema algunas eran escolares, otras de los años 20 entre otros. Una poseía una
foto colgada que si tirabas de un hilo se movía. Además jugaban con la
perspectiva ya que ponían imágenes más cercas que otras; otra en vez de dos agujeros
para los ojos, tenía una marcara entera para poner la cara, daba un poco de
miedo pero estuvo muy bueno.
Al lado de esto, había una proyección con una foto vieja que
ambientaba el lugar. La próxima sección era en la parte media en que se leía en
el cartón grande “que ves cuando me ves” y había muchos agujeros con diferentes
texturas, unos con muchos agujeritos adentro, otros con colores y otros hasta
se podían girar. A través de ellos se veía un conjunto de cosas que demostraban
la carrera docente, un delantal, libros, y
de modo similar que en las cajas, había carteles que jugaban con la percepción,
decían “miedo”, “inseguridad”, “alegría”. Se trataba de un lugar para
reflexionar sobre nuestra formación y todo lo que incluye. Me
gustó mucho porque muestra por lo que todas pasamos, te hace sentir incluida y comprendida.
Por útlimo, la sección final estaba al costado de esta y
estaba increíblemente iluminada, eran “tiras” de luces con lamparitas
orientales de papel
, en el piso había bolas de papel periódico y en el fondo había unas
cajas para sentir que había adentro sin poder ver lo que era. Me dio ansiedad,
al colocar la mano sentí algo raro y la saque, me dio risa mi actitud y la
volví a meter. Eran gomas, y en el otro había pedazos de goma eva. Sin poder
verlo se sentía raro y daba ansiedad, hasta un poco de miedo.
En conclusión, la experiencia me encantó la realizaron muy
bien y pudieron convertir un espacio reducido en una experiencia grande y
magnífica.
“El ocaso de la causa” es una obra que muestra el efecto de
la gravedad sobre nosotros. Está constituida por dos personas en escena y una
en una pantalla. Es un cruce de lenguajes que abarca tres formas de expresión
combinadas la danza, la musical (canto con instrumentos) y audiovisuales (un
video proyectado en una pantalla blanca).
La directora es Caterina Daniela Mora, quien estudió en UNA la
licenciatura en Composición Coreográfica y también realizo el profesorado de
Danzas Clásicas y Contemporáneas. Cómo interprete formo parte de variados
elenco. Las actrices que se ven en escena son Alina Soledad Marinelli y
Victoria Castelvetri. La obra se centra en la gravedad y en el peso que tiene
sobre nosotros.
En el comienzo todo es muy confuso, comienza con unos juegos
de sombras en la oscuridad. Luego, explican que pudieron hablar con un
astronauta norteamericano, mostrando en la pantalla a él contando su
experiencia en su viaje al espacio. En principio cuenta cómo se sintió flotar y
salir al espacio, que en verdad se siente cómo el cuerpo se libera de la
presión de la gravedad.
Me gustó la representación de eso, de la presión que tenemos
constantemente y no notamos y además de la caída. Ellas representaban a esta
última como algo propiamente del planeta Tierra.
Al principio resultó raro pero luego comencé a entender.
Estuvo increíble el juego de luces que guiaba la atención y creaba diferentes
ambientes: de tensión, luminosidad, relajación, intriga, entre otros.
La parte de musicalidad, de canto y guitarra se basaba en la
canción del astronauta que después de dejar su carrera se dedicó a cantar.
El final fue emocional y la obra me dejo una idea, otra
perspectiva interesante sobre el tema.
Mile
Si quieren escuchar la canción del astronauta (que me pareció muy linda) se las dejo: